El Real Madrid no ha comenzado la temporada de la mejor manera posible. El vigente campeón de todas las competiciones nacionales, ha enlazado una mala racha que, aunque en la última semana parece haber superado, no debemos pasar por alto. Dos empates y una derrota en sus tres primeros compromisos ligueros nos llenan de cuestiones y preguntas. ¿Qué hay detrás de estos malos resultados?, ¿no es el Real Madrid el equipo tan dominante que acostumbra en estos últimos años?

El legado de un Madrid intratable

Nos tenemos que remontar a noviembre-diciembre de 2021 para ver un Madrid pinchar tres partidos en División de Honor. En un mes de competición, aquel Madrid dirigido por Hernán Pérez perdió en Leganés (1-0), empató en Fuenlabrada (2-2) y volvió a empatar ante la Gimnástica Segoviana (0-0). Algo inusual cuanto menos en la casa blanca.

El año pasado, Arbeloa tomaba las riendas de un Juvenil A que tenía pinta de equipo importante. Con futbolistas que ya conocía de años anteriores en el club, el salmantino dio forma a un equipo que pasó por encima de cual fuere el rival en el territorio nacional. Con un once titular que podías recitar casi de memoria, el Madrid fue taquillando partidos casi sin inmutarse, con un dominio del juego brutal y con la sensación de inmunidad total. Teniendo a Jacobo, Yusi, Manuel Ángel, Palacios, Nico Paz y Gonzalo (35 goles) como piezas troncales, el Madrid podía ir variando piezas que su juego no bajaba en nivel, intensidad ni efectividad. Cinco empates y una derrota en 47 partidos son las cifras que nos dejó ese Madrid. Tremendo.

LA GUINDA AL PASTEL MERENGUE

Viendo esto, es lógico entender que no se puede pretender que este Madrid aguante tal ritmo. Se puede pensar, y de hecho es lógico, que el vigente campeón no ha empezado de la forma deseada, pero el legado que dejan sus predecesores es casi insuperable.

Un Madrid con caras nuevas

Esta temporada hemos visto a un Real Madrid con caras nuevas. Con el inevitable fin de la etapa juvenil, Arbeloa ha tenido que contar con nuevas piezas. No obstante, en estos primeros tropiezos del Juvenil A, hemos visto nombres conocidos. Yusi y Chema, titulares el pasado año, Mesonero y De Llanos (con minutos en el final de la temporada pasada) o Iker Bravo. Luego han llegado grandes talentos procedentes del Cadete como Fortea o Paulo Iago. Es cierto que es un gran equipo igualmente, pero hay varios aspectos en los que el Madrid ha sufrido, sea por nivel colectivo o individual.

Defensivamente, el Madrid no ha estado tan acertado este año como el pasado. Ante el gran dominio que tiene siempre, el Madrid tiene que acostumbrarse a defender muy bien la espalda y las transiciones. El año pasado contaba con dos correctores sobresalientes como Jacobo y Manu Serrano. Veremos como evoluciona la defensa de Arbeloa en los próximos partidos. Arriba ha perdido a Gonzalo, pero tiene a un Iker Bravo que, comprometido y a buen nivel, puede hacer cifras grandes en este DH5. Pero lo más determinante, para mí, es la eficacia en tres cuartos.

Un trío muy difícil de igualar

Manuel Ángel, Palacios y Nico Paz son tres piezas que este Real Madrid, de momento, no ha encontrado. Con el equipo entero en campo rival, como le gusta a Arbeloa, el Madrid no consigue abrir las defensas como antes, a toque de creatividad, ni se protege tanto con la presión tras pérdida. En lo primero, creo que Mesonero y Paulo pueden ser grandes sustitutos, pero de momento no lo hemos visto. Lo de Manuel Ángel es muy muy difícil de subsanar. El capitán (lo fue en el debut de UYL) manejaba todo el fútbol blanco. Controlaba el ritmo, dirigía, distribuía. También era capaz de ser muy agresivo en el robo y la intercepción. Un metrónomo y a la vez un puñal.

En definitiva, creo que este Real Madrid tiene menos nivel, por ahora, en algunas piezas importantes con respecto al año pasado. Si bien hay jugadores como Fortea, Paulo, Mesonero o De Llanos que irán madurando y serán mañana mejor de lo que son hoy, que ya son buenos. Eso, conjugado con algún toque de mala suerte, son las causas de una mala racha que parece haber frenado en los últimos dos encuentros, pero de la que hay que hablar. Lo que está claro es que el Madrid, con o sin mala racha, será temido en el campo de España que pise.

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