Juan Hernández Torres nació el 21 de julio de 2007 en Teruel. El joven aragonés es un delantero de tan sólo 15 años que ya ha debutado con la selección sub-16, junto a nombres conocidos como Lamine Yamal o Pau Prim, y es una de las sensaciones del Cadete A del Barça. El 7 de enero debutó con el Juvenil B y ha completado varios partidos bajo el mando de Ibán Cuadrado.

Tierra y familia de futbolistas

Juan viene de Teruel, la provincia más al sur del territorio aragonés. Teruel no tiene una gran tradición futbolística, ni jugadores muy conocidos al más alto nivel. Aunque, quizás el más conocido de todos, es familiar suyo. Manolo Torres, campeón de Europa con el Real Madrid en el 1957, fue su tío abuelo. También su abuelo jugó en el CD Teruel por esos años. De casta le viene al galgo.

Influido, seguramente, por la tradición familiar, Juan comenzó desde pequeño a jugar con su amigos en Las Viñas, un club de su zona. En alevín y con visos del jugador que podría ser, el Atlético Teruel lo incorporó para su cantera y brilló sobremanera. Eso hizo que el club más grande de la región, el Real Zaragoza, lo firmase para infantiles. La gran llamada llegó en verano de 2020, cuando el Barça quiso ficharle para su Infantil A. Se unía a una de las mejores canteras del mundo para desarrollarse.

Calidad técnica, visión y fluidez por bandera

Como hemos dicho, Hernández es jugador del Cadete A blaugrana. Con ellos lleva 11 goles en 18 partidos y es uno de los jugadores más destacados. Con sólo 15 años, ya ha debutado con el Juvenil B del Barça, teniendo minutos de calidad. Partiendo desde la punta de ataque, Juan está brillando.

El joven aragonés confunde. Si ves al Cadete A, ves a un punta con el 9 a la espalda y te imaginas otra cosa. Creo que Hernández no es para nada un 9 como lo imaginamos. Ni siquiera un 9 en sí. Juega más fuera del área que dentro, y le gusta venir a recibir para hacer lo que mejor sabe: orientarse con un control y comenzar a fluir. Su gran calidad técnica y visión le hacen poder relacionarse muy bien con sus compañeros, y la forma en la que entiende cuando acelerar o frenar en función de lo que demande la jugada, le hacen ser un jugador muy valioso. Es impropio de un chico de su edad. A falta de un desarrollo físico que irá llegando, Juan tiene condiciones para ser una pieza importante en el Juvenil culé el año que viene.

En la selección ha jugado en banda izquierda, de interior y de mediapunta. Él se define cómo «un jugador polivalente» y su fútbol lo corrobora. Juanma Lillo dijo que en el fútbol de hoy la gente ha elegido un lugar y «juega de, no juega a». En este caso, Juan Hernández «juega a», por lo que su rol se definirá sólo con el tiempo.