“Que disfrute”, así bendecía Raúl la expedición de Álvaro Rodríguez (Palamós, 2004) hacia Liverpool en el encuentro que marca la subida a la cumbre en la temporada del Real Madrid. El delantero pasa por cima particular tras haber debutado en Primera División el pasado fin de semana ante Osasuna. La huella que dejó fue una asistencia en un gol anulado para después dar otra en uno que sí subió al marcador. Pocas cartas de presentación hacen falta para un futbolista que esta semana abría todos los medios generalistas. El enfoque que se le ha querido dar a este artículo es el motivo por el que existe este portal: intentar dar una explicación de por qué el fútbol de élite, en este caso el campeón de Europa, precisa de un jugador todavía en edad de juvenil.
Álvaro Rodríguez se matriculó esta campaña en el Real Madrid Castilla, pero acabó por graduarse en el Sudamericano, donde con la sub-20 de Uruguay consiguió anotar cinco goles. Desde su vuelta del torneo, Álvaro ha pasado a ser muy tenido en cuenta por Carlo Ancelotti. Sus constantes participaciones en los torneos del primer equipo culminaron con la actuación en El Sadar en la que dos minutos le fueron suficientes para marcar las diferencias. Su convocatoria para octavos de final de Copa de Europa no llegó como premio, sino como recurso para sumar al primer equipo madridista. La temporada del delantero madridista se ha convertido en una quema de etapas constante. Como lo está siendo su carrera desde hace dos años.
“Vi un partido del juvenil B, vi un centro, y vi a Álvaro rematarlo como hacía tiempo que no veía a nadie rematar en la cantera. Me lo subí dos semanas a entrenar con el Castilla y vi que desentonaba” – Raúl sobre Álvaro Rodríguez
El Real Madrid Castilla se convirtió el pasado domingo por primera vez desde que existe la competición en el líder de su grupo de Primera RFEF. Lo hizo con un jovencísimo once que promediaba una edad de 19,3 años. Rodríguez sólo tiene 18. Por edad tendría que estar jugando en División de Honor y, sin embargo, su contribución en un equipo cuyo objetivo es la promoción a Segunda División es bastante notable. Cinco goles en 16 partidos le convierten en el tercer máximo goleador del equipo, sólo por detrás de Dotor y de quien está siendo la indiscutiblemente la mejor baza para que el Castilla ascienda.
El nivel de Sergio Arribas a sus 21 años es muy superior al de la categoría que juega. Si el madrileño no ha emigrado de La Fábrica, así lo hicieron jugadores de su quinta como Miguel Gutiérrez o Antonio Blanco, es porque espera su hueco en el primer equipo casi tres años después de su debut en Primera División. Para asentarse en el Real Madrid viniendo de sus categorías inferiores ha de coincidir que la calidad diferencial del canterano cubra una necesidad específica en la plantilla del primer equipo, y no al revés. Esta premisa ha hecho que jugadores de primera talla mundial, por las necesidades en ese momento, no hayan tenido su sitio en la primera plantilla del Campeón de Europa. Volviendo al protagonista de este artículo, el contexto de Álvaro Rodríguez es muy favorable a su promoción al primer equipo.
Un delantero de los que gustan en Chamartín
En la temporada 2016-17 en el Real Madrid hubo un atacante que se ganó al Bernabéu cada vez que lo pisaba. Tras haber anotado 27 goles con el Castilla, Mariano ejerció como tercer delantero en una de las plantillas con más calidad que se recuerdan de los últimos años. Si Mariano entraba era para remontar un resultado adverso, porque su presencia implicaba la agresividad del delantero que hace de cada toque con el balón una oportunidad para llevarlo a la red. En el aficionado del Real Madrid este tipo de jugadores calan y si el club no ha acudido al mercado en más de diez años buscando este perfil, es porque ha escrito sus páginas más doradas primero con Cristiano Ronaldo y luego con Karim Benzema. Ya sin el primero y con el segundo por cumplir 36 años, al equipo blanco empieza a tener necesidad de un jugador así.
Álvaro Rodríguez podría entrar en esa definición de futbolista. Sus minutos en El Sadar evidenciaron la naturaleza de ese tipo de delanteros. Lo primero que destaca de Álvaro es su físico que, como buen futbolista uruguayo, no tiene a mal comprometer en cada choque. El 1,93 que levanta sobre el suelo no deja lugar a dudas del futbolista que se sabe una referencia para el juego directo. De los cinco goles que ha anotado esta temporada, tres han llegado cabeceando un centro. Aun con algunos de los mejores rematadores de cabeza en el mundo en sus filas, el Real Madrid no cuenta con un futbolista tan peligroso desde un centro lateral como es Álvaro Rodríguez.
Álvaro Rodríguez’ hattrick for Uruguay U-20.
— Real Madrid Fabrica (@FabricaMadrid) January 27, 2023
Diferencial en el área, pero también lejos de ella
Esta habilidad innata por arriba no es su única virtud. Tanto en el Castilla como en lo poco acontecido con el primer equipo se ha mostrado un recurso útil para explotar al espacio. Ante Unionistas de Salamanca esta temporada dejó un gol que evidenció su potente zancada a la espalda de la defensa rival para después tener la calma de, primero regatear al portero, y después anotar. La primera asistencia del pasado fin de semana contra Osasuna, la del gol anulado a Vinicius, es otro claro ejemplo de esta capacidad del delantero. Primero rompe al espacio y después tiene el temple necesario para dar el último pase para que el brasileño marcase.
Raúl destacaba también en la rueda de prensa del pasado domingo la capacidad de Álvaro de dar continuidad en la resolución de las jugadas. Sin ser Rodríguez especialmente diferencial desde la asociación, como sí lo es su compañero Iker Bravo, no sólo no desentona sino que es mejor recurso que otros delanteros de la primera plantilla. Esas dos mencionadas asistencias llegan tras un gran timing dando el pase en el momento preciso para que sus compañeros anotasen.
Lo de El Sadar fue sólo la primera presentación de un joven delantero en el Real Madrid. Álvaro tiene todavía 18 años, pero hacía tiempo que un jugador en la cantera madridista no era tan necesitado por la primera plantilla como él. Más allá de lo que pueda convertirse en un futuro, el uruguayo es una realidad para aportar desde ya al primer equipo. Llega justo cuando comienza el tramo más importante de la temporada.