Si es usted aficionado o aficionada al fútbol, y estuvo esta mañana en la Ciudad Deportiva del Cerro del Espino, está de suerte. Probablemente haya disfrutado del mejor partido de esta temporada en la División de Honor Juvenil. Pocas veces podemos catalogar a un partido con la palabra “fútbol”. Con toda su esencia. Sin deshonrar a cada una de las seis letras que dan lugar a tan maravillosa palabra. Esa es la mejor descripción para definir el gran espectáculo que ofrecieron el Atlético de Madrid y el Levante en esta vuelta de semifinales de Copa del Rey. Siendo el partido de la ida el juez que dictó fallo a favor de los rojiblancos en la eliminatoria, sería injusto no decir (con respeto a los otros dos equipos semifinalistas) que los dos equipos ofrecieron tan maravillosa contienda matinal en Majadahonda que por fútbol, valentía y tesón que casi parece difícil superar lo que esperamos en Roquetas del Mar la próxima semana.
Porque el 3-3 que reflejaba el electrónico esta mañana reflejaba la orgía goleadora de dos equipos que no tuvieron problemas en tantearse y sacudir el rumbo de la eliminatoria desde el primer minuto. En este caso la batuta era llevada por los granotas, que necesitaban revertir una empresa complicada, pero no imposible. Sin miedo a la combinación desde atrás, los de Alessio Lisci bombardeaban a los centrales rojiblancos con balones largos a la espalda de Raúl e Iván, referencias ofensivas que no dudaban en morder arriba en la presión, sabedores de la importancia de poder marcar en los primeros minutos. No era suficiente para batir la portería defendida por Saldaña (aunque ocasiones no faltaron) y eso daba alas a un Atlético de Madrid que empezaba a serenarse y entrar de menos a más en el encuentro.
Cédric ponía el derroche físico y la velocidad por la banda izquierda, mientras que Nacho y Alberto Salido hacían lo mismo por banda derecha mediante la combinación. Mención especial a este último no sólo por su gran mañana de efectividad de cara al gol, sino también por su gran presión a los centrales granotas, que cada vez encontraban más problemas para sacar la pelota jugada especialmente en el tramo final de la primera parte.
Aun así, el balón parado era clave para un Levante que tuvo hasta tres ocasiones claras para abrir el marcador. No lo hizo y lo aprovechó el Atlético de Madrid para poner el 1-0 mediante un gol de Ferreras en el área pequeña en el minuto 31, previa cabalgada de Alfredo por banda izquierda. Se llegaba al descanso sin alteraciones en el marcador. Aunque lo mejor estaba por llegar.
Un carrusel de goles, de esfuerzos titánicos y de mucho fútbol fueron las señas de una segunda parte apoteósica. Porque la segunda parte derivó en un correcalles, en un partido de presiones altas, de rearmes rápidos y de dos estilos muy marcados. Por un lado, un Atlético de Madrid que, con pases rasos, buscaba a la contra la sentencia al choque. Por otro, un Levante que no cesaba de buscar balones aéreos a un Cantero que, saliendo desde el banquillo, cambió por completo para bien el juego ofensivo de los valencianos. Más piernas frescas y elaboración cerca del área por un Raúl que si bien cuajó una notable actuación, su esfuerzo en la primera parte empezaba a ser visible en forma de cansancio al inicio de la segunda.
Pero Salido comenzaba su particular `affaire´ con el gol poniendo el segundo delos rojiblancos tras un disparo ajustado a la escuadra derecha en el minuto 68.
Cuando parecía que la eliminatoria empezaba a tener color rojiblanco, fue cuando el Levante sacó su mejor versión goleadora. Iván ponía el 2-1 sólo cuatro minutos más tarde tras un gran recorte en el área y definiendo al palo más cercano. Casi sin tiempo para reaccionar, Rafa ponía el empate con un gran cabezazo tras jugada de córner para poner el partido y la eliminatoria en el alambre. Pero fue en este momento cuando el `Atleti´ tiraba de tablas y Salido parecía sentenciar la eliminatoria con un gol de Killer a la espalda de los centrales para poner el 3-2 y con solo dos minutos de juego para el descuento.
Pero ni eso abatió a un Levante que se repuso con una entereza fabulosa con otro gol de Rafa tras rechace en un córner que daba alas a los de Lisci. Casi haciendo homenaje al eslogan de una conocida marca, lo cierto es que cerca estuvieron de culminar la temporada, pero no fue suficiente. Víctor Laín Pérez pitaba el final y el Atlético de Madrid hacía valer el 1-2 de la Ida, accediendo así a la final de Roquetas del Mar frente a un Levante que dio la cara y el alma hasta el final del choque.