En el encuentro correspondiente a la vigésimo segunda jornada del campeonato, el Atlético de Madrid solventó una salida siempre complicada, como es el campo Vereda de Ganapanes, del U.D. Adarve, dando muestras de autoridad, y demostrando por qué se mantiene como líder absoluto de la categoría.

Los dos equipos formaban de salida el mismo sistema: el 1-4-4-2. El U.D. Adarve se disponía con el siguiente once de inicio; Monte (p), C. Daniel, Pérez, Patri, Gende, Palmero (c), Cámara, Ayuso, Monroy, Manu y Muelas. Por su parte, el Atlético de Madrid sacaba de inicio a Christian (p), Ricard, Manu, Espejo, Alfredo, Castro, Momo, Gustavo, De Campo, Germán y Cédric (c).

Comenzó el partido con un guión muy habitual siempre que el Adarve juega de local, con balones directos desde su portero o la línea defensiva, debido a las dimensiones reducidas del campo, mucha intensidad en las disputas y obteniendo acciones favorables en las segundas jugadas, como producto de esa intensidad. Sin embargo, el Atlético de Madrid intentaba iniciar sacando el balón en corto, incrustando a uno de sus mediocentros, Gustavo, entre los centrales, aunque cuando veía que no era posible, debido al buen pressing en bloque realizado por el equipo local, no se complicaba y buscaba balones en largo hacia su referencia arriba, Del Campo.

El partido en sus primeros compases transcurría sin ocasiones de peligro, y era jugado en su mayor parte en la franja central del terreno de juego. El Adarve, en esos primeros minutos obtuvo algunas faltas laterales o corners a su favor, poniendo en complicaciones con centros a la zaga rojiblanca, que desbarató la mayoría de acciones de manera positiva. La primera ocasión de los visitantes llegó en el minuto 17, en una circulación rápida de balón desde atrás, llegando hasta la frontal del área, donde Del Campo disparó por encima de la portería defendida por Montes.

A partir de los 25 primeros minutos, donde el Adarve recuperó una gran cantidad de balones en campo adversario, las fuerzas se igualaron y el Atlético de Madrid tomaba la iniciativa del partido, aunque sin materializarse en llegadas claras a la portería local. De hecho, no pasaron muchas cosas en el partido hasta el minuto 41, donde Manu recibió un buen pase a la espalda de la defensa rojinegra y su disparo cruzado raso acabó con la primera intervención de Montes en el partido. Apretó el ‘Atleti’ en estos últimos minutos para buscar el gol que les llevara con ventaja al descanso y así fue en la última jugada de la primera mitad, donde, tras un corner defendido por el Atlético de Madrid se convirtió en un contraataque, procedido de un mal despeje en el medio campo de Palmero, donde Cedric cogió ese rechace, realizó una apertura a banda a la subida de Manu y el pase en profundidad de este dejó solo delante del portero a Germán, que no perdonó y batió al arquero local con un disparo cruzado y raso al poste izquierdo de la portería. Después de esta jugada, el árbitro decretó el final de los primeros 45 minutos del encuentro.

Tras el descanso, los dos equipos se incorporaron sin realizar cambios. Pero el partido en esta segunda parte tendría un mayor dominio del equipo dirigido por Carlos González Juárez. Seguramente, esto fue debido al gran desgaste ocasionado por la presión tan alta y al trabajo realizado por el Adarve en la primera parte. Desde el inicio, los locales solo conseguían llegar al área de Christian mediante jugadas a balón parado, aprovechando para meter en el área balones largos en faltas lejanas o, incluso, en saques de banda muy largos, realizados por el lateral derecho del Adarve, C. Daniel. Pero esto no hizo que el Atlético de Madrid pasara apenas apuros, más que un par de balones que se pasearon por el área pequeña sin encontrar rematador.

En el minuto 56 de partido, el técnico local, Vázquez, movió el banquillo e introdujo en el campo a Chechu, en sustitución de Palmero. A partir de aquí, el partido entró en una fase de dominio del Atlético de Madrid. En el minuto 63, un buen contraataque del Atlético de Madrid hizo que estuviera cerca de llegar otro gol visitante, pero tras quedarse solo delante de Montes, el último toque de Cédric quedó un poco largo y consiguió llegar antes el arquero local. Un minuto después entraba Quique al partido por parte del U.D. Adarve y se marchaba Manu. Y tras esta acción llegó el segundo gol rojiblanco, donde, tras una recuperación, una muy buena transición ofensiva del conjunto colchonero por la banda izquierda, acabó con una internada de Manu por la banda izquierda y su centro raso lo introdujo de primeras en la red su ariete Rubén Del Campo.

Este gol hizo que el Adarve se viniera abajo y terminara de acusar todo el esfuerzo de los primeros 70 minutos. Aprovechaba para agotar sus sustituciones Vázquez, el técnico local para dar refresco a su equipo con la incorporación de Roca y Jaime, en detrimento de Patri y Muelas.

El resto del partido fue una sucesión de ocasiones del Atlético de Madrid, donde en el minuto 71 Cedric cruzó en exceso un tiro raso, en posición escorada y que no encontró rematador en el segundo palo. En el 73 Momo se quedó delante de Montes tras un genial pase a la espalda de los centrales de Gustavo, que concluyó con una buena respuesta del portero en el mano a mano. El míster del Atlético empezó a hacer cambios en los últimos quince minutos del encuentro, dando entrada de manera casi seguida a Ferreras y Medrazo, por Momo y Ricard.

Tras esto, no varió nada en el partido. Los visitantes tuvieron más ocasiones mediante algún tiro lejano de Ferreras. Y en el minuto 86 llegaría el tercer gol visitante, donde en una internada por banda de Cedric, este ahora sí conseguía cruzar con eficacia el balón a media altura en la portería del Adarve, estableciendo el resultado que a la postre sería definitivo. Concluiría así el partido, con apenas un minuto de añadido, que era lo mejor para los dos equipos.

Partido muy trabajado del Atlético de Madrid, que le vale para seguir como primero en la clasificación. Por su parte, el Adarve continúa en descenso una semana más y tendrá que seguir trabajando para salir de los puestos de debajo.

 Carlos García Díez